Las nuevas comunidades de fe no caen del cielo. Por lo general, surgen lentamente gracias a una visión guiada por el Espíritu, el sudor y el esfuerzo intencional de seguidores de Jesús que creen que dar a luz nuevas comunidades es, en las palabras de Stanley Green: “una parte esencial de nuestro ADN espiritual” (pág. 1). Los ensayos de este cuadernillo ponen de manifiesto una visión de la plantación de iglesias que toma en serio los obstáculos que uno puede enfrentar; la necesidad de planificar, de crear redes y de recibir coaching; y los objetivos específicos y compromisos necesarios para ver un resultado que evidencie el Espíritu de Jesús y los valores del anabautismo. Los lectores se encontrarán con el desafío de considerar ser partícipes en alguna iniciativa de plantación de iglesias y se les presentará una variedad de recursos que facilitará dicho esfuerzo.