56 Luego siguieron la jornada a otra aldea.
57 Iban por el camino cuando alguien dijo a Jesús:
—Te seguiré adondequiera que vayas.
58 —Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
59 A otro le dijo:
—Sígueme.
Él contestó:
—Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre.
60 —Deja que los muertos entierren a sus muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —respondió Jesús.
61 Otro afirmó:
—Te seguiré, Señor, pero primero deja despedirme de mi familia.
62 Jesús respondió:
—Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.
Fotografía de Salia en Unsplash. Diseño gráfico de Cynthia Friesen Coyle.